Por Francisco Contreras Munizaga, Gestor de contenido y coordinador de proyectos La Casa Común.
¿Y ahora qué?
Tras la avalancha de “rostros” queriendo aparecer en la constituyente hay que “poner la pelota al piso”. El proceso es fruto de la movilización ciudadana y debe seguir siéndolo. Para ello, es fundamental la unidad, con pisos mínimos y acuerdos transversales, de quienes estén a favor de las transformaciones sociales. Acá describiremos, en tres sencillos pasos, cómo hacer una convención exitosa, justa y que no sea más de lo mismo.
Paso 1: Elecciones con diversidad
Se elegirán 155 convencionales, elegidos por distrito.
En esta elección, es fundamental que el órgano electo sea lo más representativo y diverso posible. Ya es un hecho que será un órgano paritario pero están pendientes los escaños reservados para pueblos originarios y personas en situación de discapacidad. Ciudadanos independientes podrán competir de tres modos.
Paso 2: Convención de y para tod@s
El órgano no puede ser una cúpula: el nuevo Chile que queremos será por y para la gente. Para ello, urge de una convención que sea abierta, vinculante y participativa. El pueblo chileno demanda (y merece) deliberar e incidir en las nuevas reglas que tendremos. Además, sin una “apropiación ciudadana” del proceso, corremos el riesgo de que el nuevo pacto sea ilegítimo y poco duradero.
Paso 3: ¿Cómo fomentar una convención abierta, vinculante y participativa?
Una vez establecida la convención, ésta determinará su propio funcionamiento. Es conveniente aplicar medidas concretas como:
-Fortalecer cabildos autoconvocados para levantar propuestas y llevarlas a la convención: ya hay miles organizados.
-Rendiciones de cuentas públicas y territoriales: Se deben realizar instancias de transparencia respecto a recursos, discusiones, contenido y funcionamiento en general: todo tiene que ser transparente. Además, para que lo anterior sea efectivo, debe realizarse lo más cercano posible a los territorios.
-Funcionamiento descentralizado: Es posible generar sedes de la convención en el norte, sur y centro del país, ayudando a acercar el proceso de tomas de decisiones a las regiones ¡Santiago NO es Chile!
-Involucración activa de organizaciones ciudadanas: Hay un tejido social creciente en Chile que tiene mucho que decir. Las organizaciones pueden aportar no sólo en el levantamiento de propuestas o mediante informes, sino que intervenciones directas en las sesiones de la convención ¡no nos dejen fuera!
-Canales fluidos con fuentes de conocimiento como expertos o universidades públicas.
-Entre otras herramientas para fomentar la participación ciudadana como audiencias/foros públicos para dar a conocer y discutir contenido; trabajo cívico en escuelas y liceos; coordinación con los medios de comunicación para informar a la ciudadanía; iniciativa de norma desde la ciudadanía, juntando cierta cantidad de firmas; mecanismos de participación virtual, etc.
¿Ejemplos internacionales? (¡sí, es posible!)
Muchos países han adoptado mecanismos de este tipo a lo largo de la historia. Algunos relevantes:
Colombia (1991): Se realizaron encuentros ciudadanos locales en todo el país, lo que se tradujo en miles de propuestas que fueron tratados en la Asamblea Constituyente.
Islandia (2012): Tuvo sofisticados mecanismos de participación ciudadana que permitieron deliberación e incidencia ciudadana, con poca participación de partidos políticos.
Hay experiencia. Sí, se puede.
👉Referencias:
-Delamaza, Gonzalo. 2020. La participación ciudadana en el proceso constituyente.
-Delamaza, Gonzalo y Fuentes, Claudio. 2020. Hacia una Convención abierta: participación ciudadana en el proceso constituyente en CIPER.
-Plataforma contexto.cl
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