Vivimos un proceso histórico. El debate constitucional está en pleno desarrollo, enfocado en las elecciones del 11 de abril. Luego de esta fecha y con la Convención Constitucional ya electa, el organismo deberá establecer su reglamento de funcionamiento.
Éste, es fundamental ya que puede garantizar una serie de elementos, mecanismos y principios que serán clave en cómo deliberará y se redactará la nueva carta fundamental. Todo esto, más allá de los rostros, los dos tercios y los contenidos.
En este marco, elaboramos, junto a la Red de Centros de Estudios por una Nueva Constitución, una serie de propuestas que buscan establecer, a nuestro parecer, ciertos principios democráticos, participativos, de transparencia y deliberativos necesarios para un proceso sano, fructífero y legítimo.
Dentro de la propuesta, que está constituida por 27 medidas, hay novedosos mecanismos de participación ciudadana como cabildos autoconvocados, audiencias, iniciativas ciudadanas y un foro nacional. Sumado a ello, se busca que la Convención no funcione sólo en Santiago, sino que sea un órgano itinerante, descentralizado y que apunte hacia la equidad territorial.
Otros puntos interesantes tienen que ver con la autonomía e independencia que debiera tener la Convención; mecanismos de transparencia y rendición de cuentas; facilidades para el acceso a la información para tod@s; un reglamento simple, fácil de aplicar y poco extenso; imparcialidad de los órganos de apoyo; entre otras.
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