Por Francisco Contreras Munizaga, Gestor de contenidos y proyectos LCC.
Afortunadamente, el Senado resolvió no poner en tabla, al menos por hoy, el TPP-11. Esto ocurrió tras la presión del gobierno para que se aprobara lo antes posible. Pero ¿Por qué tienen tanta prisa?
Un dato: si bien la nueva Constitución se escribirá sobre hoja en blanco, se tomarán directrices básicas de los tratados internacionales suscritos por Chile. Por lo tanto, sería una especie de sabotaje a última hora. 5 motivos por los que el TPP-11 es malo para Chile o también por qué el gobierno del empresariado está tan desesperado porque se apruebe.
1) El TPP-11 no impulsará un alto crecimiento
Chile es uno de los países con mayor cantidad de Tratados de Libre Comercio (TLC), de hecho tiene acuerdos con todos los países firmantes, por lo que los aranceles para hacer negocios ya son bastante bajos.
Así, el tratado no garantiza mayor inversión ni tampoco sería suficiente para que Chile obtenga un alto crecimiento sostenible.
2) El TPP-11 reducirá la soberanía
El tratado bloquea las políticas de diversificación productiva y pro-desarrollo. Es decir, está en contra de generar nuevos motores de producción económica y de reducir la dependencia productiva del país, por ejemplo del cobre.
3) El TPP-11 no protegerá la regulación pública
Una empresa transnacional que ha invertido acá, podría demandar al Estado chileno si implementa una regulación pública que supuestamente transgreda las prohibiciones del tratado, y “dañe” la empresa. Además, el tratado otorga a tribunales internacionales jurisdicción por sobre cortes domésticas.
4) El TPP-11 es un traje a la medida de las grandes transnacionales
Gran parte fue redactado por las grandes empresas. Un punto clave, es que aumenta la cantidad de transnacionales que pueden demandar a Chile.
Un ejemplo: COLUN tiene conflictos con SOPROLE (de Nueva Zelanda), ya que la primera tiene beneficios tributarios al ser una cooperativa. Si se aprueba el tratado, SOPROLE podría demandar a Chile en tribunales internacionales.
5) El TPP-11 podría impedir transformaciones sociales.
Cualquier reforma que implique “pérdidas de ganancias” a ciertas empresas podría quedar en nada, ya que éstas podrían demandar a Chile y solicitar indemnización por los costos. Esto, evidentemente, dificultaría alguna mejora de condiciones laborales o protección del medio ambiente.
El gobierno de los grandes empresarios quiere defender sus intereses por secretaría y sin límites.
Todavía no ven que Chile despertó.
¡NO AL TPP-11!
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